¿Te duele la cabeza? Tal vez fue porque comiste queso

Increíble pero cierto: casi el 90% de los dolores de cabeza podrían estar relacionados con la incapacidad de nuestro cuerpo para lidiar con la histamina, esa cosa que se esconde en alimentos como el queso o las salchichas.

Resulta que la misma molécula que hace que estornudemos como locos cuando hay polen, o que nos salgan ronchas cuando nos topamos con el pelo del gato, también puede provocar migrañas cuando no se descompone bien.

¿Te duele la cabeza? Descubre si el queso podría ser el culpable de tu malestar

La histamina es como una jugadora en nuestro cuerpo. Está metida en la respuesta inmune y también en la circulación sanguínea. Se produce en células específicas y se descompone gracias a una enzima llamada DAO (diaminooxidasa). Pero lo divertido es que algunos alimentos fermentados, como el queso, o los que están mal conservados, pueden traer de regalo una buena dosis de histamina. Y no solo eso, ¡hasta los bichitos en esos alimentos pueden producirla!

Dolor de cabeza

Mucha gente no procesa la histamina tan bien como debería, lo que puede traer consigo dolores de cabeza, náuseas, taquicardias o ronchas. En casos más extremos, podríamos estar hablando hasta de problemas respiratorios o cardíacos. Y créanlo o no, ¡hay un 1% de la población que es intolerante a la histamina! Suena a mala noticia de verdad.

Qué hay de malo en los quesos

Diferente a los pescados, no hay ninguna ley que regule la cantidad de histamina en los lácteos. Algunos quesos, especialmente los madurados, pueden ser bombas de histamina, superando los límites considerados “seguros” por las autoridades de salud.

Qué puedes hacer al respecto

Si eres del tipo que le gusta el queso fuerte, quizás quieras considerar bajarle un poco. Y aquí viene un dato curioso: resulta que la histamina tiende a acumularse más en el centro del queso que en la corteza. ¡Ahora sí que te sacamos del apuro!

Sería genial si la industria del queso tomara cartas en el asunto para reducir la cantidad de histamina en sus productos. Mejorar la higiene durante la producción y controlar las condiciones de maduración podrían ser pasos en la dirección correcta. Y no solo aliviaríamos las migrañas de muchos, sino que también estaríamos dando un salto importante en la seguridad alimentaria en general. ¡Qué tal esa!