Las varices se producen por el debilitamiento de las paredes venosas y el aumento de la presión sanguínea en las venas. Algunos factores que aumentan el riesgo de padecerlas son:
Genética y edad: Si tus padres o familiares cercanos tienen varices, eres más propenso a desarrollarlas. Además, el riesgo de varices aumenta con la edad.
Sexo: Las mujeres son más propensas a tener varices que los hombres.
Embarazo: El embarazo aumenta la presión en las venas de las piernas.
Sobrepeso u obesidad: El exceso de peso ejerce más presión sobre las venas.
Estar de pie o sentado durante largos periodos de tiempo: Esto puede dificultar el retorno venoso.
No hacer ejercicio: El ejercicio ayuda a mejorar la circulación sanguínea.
Usar ropa o zapatos ajustados: Presionan las venas y dificultan el flujo sanguíneo.
Si bien no hay forma de prevenir las varices por completo, existen medidas que puedes tomar para reducir el riesgo de desarrollarlas o evitar que empeoren:
Mantén un peso saludable: Si tienes sobrepeso u obesidad, adelgazar puede ayudar a reducir la presión sobre las venas.
Haz ejercicio regularmente: El ejercicio ayuda a mejorar la circulación sanguínea y a fortalecer las paredes venosas. Caminar, nadar o andar en bicicleta son buenas opciones.
Evita estar de pie o sentado durante largos periodos de tiempo: Si tu trabajo te obliga a estar de pie o sentado durante mucho tiempo, intenta levantarte y moverte con frecuencia. También puedes usar medias de compresión para mejorar la circulación.
Usa ropa y zapatos cómodos: Evita la ropa y los zapatos ajustados que presionan las venas.