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Narco hasta en los dulces: el otro negocio de los ‘Chapitos’ en Cancún y Culiacán
El Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) creó un par de negocios para seguir fomentando sus actividades ilegales dentro y fuera del país.27 de marzo, 2024 | 01:45 p.m.
Productos de los 'Chapitos'. | Estos son los productos de golosinas que manejan los hijos del 'Chapo Guzmán'. (Especial: Bufalus y Dulce Volcán Culiacán).
En un giro inesperado, el cartel de los ‘Chapitos’, han alcanzado incluso el aparentemente “inocente” mundo de los dulces y alimentos, estableciendo negocios que operan en Cancún y Culiacán.
Bufalus y Dulce Volcán Culiacán: los nuevos negocios de los ‘Chapitos’
Si bien el tráfico de drogas sigue siendo la principal fuente de ingresos para los cárteles mexicanos, su alcance va mucho más allá de la venta de estupefacientes. En un intento por diversificar sus operaciones, los ‘Chapitos’ han incursionado recientemente y de manera negativa en la producción de golosinas y alimentos.
Los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, han sido identificados como los responsables detrás de estos nuevos seis negocios ubicados en Cancún, Quintana Roo y Culiacán, Sinaloa, donde realizaron actividades de lavado de dinero obtenido por el tráfico del fentanilo, según los datos del subsecretario del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, Wally Adeyemo.
Uno de sus comercios se llama ‘Bufalus’, donde venden aros de cebolla, alitas, boneless, hamburguesas, dedos de queso, papas fritas y costillas. Cuentan con sucursales en Montebello, La Isla, Rolando Arjona y 3 Ríos, con costos que van desde los 65 hasta los 200 pesos.
Por otro lado, cuentan con Dulce Volcán, enfocado en vender crepas, cheesecakes, frappes, volcanes de chocolate, helado y brownies con precios desde los 60 hasta los 120 pesos. Además de vender estos alimentos ¡hasta en Didi Food y Uber Eats!, los dueños se encargaron de reclutar a más narcotraficantes para realizar sus actividades ilegales.
La presencia del cártel en este sector puede incrementar la violencia y la corrupción en las comunidades donde opera, creando un ambiente de inseguridad y desconfianza. De igual forma, negocios como estos afectan significativamente la competencia leal y legal en el mercado.
Mientras que las operaciones tradicionales de tráfico de drogas continúan siendo una preocupación, la diversificación de los negocios del narcotráfico en sectores legales y aparentemente “inofensivos” aumenta la gravedad de este problema dentro y fuera del país.
