Si estás cansado de comprar esa sandía que no tiene sabor y dulzor, apunta estos ‘trucazos’ compartidos por el Instituto Culinario de México para elegir esa sandia deliciosa y jugosa. Si bien, su temporada comienza en la primavera, se puede extender hasta los inicios de otoño y en México se pude encontrar esta fruta de mayo a septiembre.
¿Qué es la Sandía?
La Citrullus Lanatus o mejor conocida como sandía, es un fruto grande y esférico que se consume crudo como postre. También va excelente en agua de sabor por su aporte refrescante y pocas calorías al organismo.
Este fruto se obtiene de la sandiera, una planta herbácea de la familia de las Cucurbitáceas la cual también se le conoce como Patilla, acendría, síndria, melancia o melón de agua.
De acuerdo con el Instituto Culinario de México, elegir un fruto de tal magnitud podría ser una tarea sencilla, pero no es así. De hecho se debe tener atención al elegirla porque su tamaño no es un factor para deducir que está madura y lista para comerse.
Lo primero que debes hacer es fijarte en una mancha amarilla en la cáscara ya que indica que maduró en el suelo al sol.
Golpea la Sandia, no me refiero a que la partas de un ‘karatazo’, sino darle pequeños golpes con los dedos, si suena hueva es señal de que está en su punto.
Observa su color, ya que la esta fruta cuando está madura tendrá un color verde oscuro y opaco, evita las que tienen manchas brillantes o diferentes tonalidades de verde.
Revisa la forma de la piel y elige una fruta que sea simétrica y sin golpes o magulladuras, su cáscara siempre debe ser firme y lisa.
Otro punto es que el peso de una sandía es clave, si está pesada es una buena señal ya que está más jugosa, por tanto, tienes más agua.
