Frida Kahlo, la icónica artista, no solo dejó un legado incomparable en el mundo del arte, sino que también su vida y sus gustos personales han capturado la imaginación de personas de todo el mundo. Más allá de sus pinturas, Frida era una apasionada de la vida y de la comida.
Desde los sabores auténticos de la cocina mexicana hasta los platos que despertaban sus sentidos, cada comida en la mesa de Frida era una experiencia única y llena de historia.Descubrir sus comidas favoritas es adentrarse en un viaje culinario que revela su conexión con la identidad y la tradición mexicana.
El rostro sonriente de Frida Kahlo se iluminaba al degustar su platillo favorito
Frida Kahlo tenía sus preferencias culinarias muy definidas. Entre sus delicias estaban los huazontles. Pero lo que realmente el platillo que la hacía derretirse era el mole con pato, una combinación de sabores exquisitos que hacían latir su corazón. Imaginar la mezcla de chiles, especias y chocolate del mole junto con la suavidad del pato la transportaba a un mundo de sabores inigualables.
En cuanto a los postres, Frida no podía resistirse al dulce de coco y camote con piña, sabores que le evocaban los días soleados y las tardes tranquilas de su amado México.
Aquí te daremos la mejor receta para que hagas este deilcioso platillo de mole con pato.
Ingredientes:
1 pato entero, limpio y cortado en piezas
6 chiles mulatos secos
4 chiles anchos secos
3 chiles pasilla secos
2 chiles chipotles secos
1 cebolla grande, cortada en trozos
4 dientes de ajo
3 tomates rojos grandes, cortados en cuartos
1/4 taza de almendras
1/4 taza de nueces
1/4 taza de pasas
1 tortilla grande
1 bolillo o pan francés, tostado
3 clavos de olor
1 rama de canela
1/2 cucharadita de semillas de cilantro
1/2 cucharadita de comino
1/2 cucharadita de pimienta negra
1/4 cucharadita de nuez moscada
1/4 cucharadita de jengibre en polvo
1/4 cucharadita de tomillo seco
1/4 cucharadita de orégano seco
1/4 cucharadita de pimienta de Jamaica
1/4 cucharadita de anís estrellado
4 tazas de caldo de pollo o vegetal
1 tableta de chocolate de mesa (opcional)
Sal al gusto
Aceite vegetal
Instrucciones:
En una sartén grande, tuesta los chiles secos a fuego medio-alto durante unos minutos hasta que estén fragantes. Retira los chiles y resérvalos.
En la misma sartén, tuesta la cebolla, el ajo y los tomates hasta que estén ligeramente dorados.
En un tazón, remoja los chiles secos en agua caliente durante unos 15-20 minutos para que se ablanden.
En una olla grande, calienta un poco de aceite y dora las piezas de pato por todos lados. Retira el pato y resérvalo.
En un procesador de alimentos o licuadora, combina los chiles escurridos, la cebolla, el ajo, los tomates, las almendras, las nueces, las pasas, la tortilla, el bolillo tostado y todas las especias. Agrega un poco de caldo de pollo y mezcla hasta obtener una salsa suave.
En la misma olla donde doraste el pato, vierte la salsa y cocina a fuego medio-alto durante unos 10 minutos, revolviendo constantemente para que no se pegue.
Agrega las piezas de pato nuevamente a la olla y cubre con el caldo de pollo restante. Deja que hierva, luego reduce el fuego a bajo, tapa y cocina a fuego lento durante aproximadamente 2-3 horas, o hasta que el pato esté tierno y la salsa haya espesado.
Opcionalmente, puedes agregar la tableta de chocolate de mesa para darle un toque de dulzura y profundidad de sabor al mole.
Rectifica la sazón con sal y ajusta si es necesario.
Sirve el mole con pato caliente, acompañado de arroz blanco, tortillas calientes o frijoles refritos. ¡Disfruta de esta deliciosa y tradicional receta mexicana!
En su mesa, además de estas delicias, siempre había un despliegue de sabores: arroz, chiles en vinagre, pipián, tacos, gusanos de maguey y escamoles. ¡Una fiesta gastronómica que reflejaba la diversidad y la riqueza de la cocina mexicana!
Los placeres gastronómicos de Frida Kahlo nos revelan no solo su amor por la comida, sino también su conexión con las tradiciones, los sabores y los colores de México. Porque para Frida, la vida era un lienzo y cada bocado una pincelada de sabor y pasión. ¡Salud por Frida y por la alegría de vivir con gusto!
