La moronga o ‘morcilla’ es una tripa rellena de sangre en su mayoría de cerdo, especiada y condimentada. Se le considera un embutido que tuvo sus orígenes en España y ‘gracias’ a la Conquista ya es famoso en México, Argentina, Costa Rica, Venezuela, Honduras Guatemala, Nicaragua y Perú.
Se suele preparar en tacos, encebollado, con chiles y salsa, aunque depende del estado donde se cocine.
La moronga es sangre de animal en una tripa que puede ser cerdo (como lo es comúnmente), vaca, pollo, chivo o borrego, aunque también las pueden combinar, por lo que viene de todas las partes de su cuerpo. Se prepara de diferentes maneras dependiendo las regiones de México, por ejemplo, puede llevar arroz, hierbabuena, cebolla, sal, chiles hasta jitomate, según la definición del diccionario de cocina de Larousse.
Para muchas personas este platillo puede parecer poco agradable o polémico por tratarse de sangre de animal, pero existen otros sectores que consideran la moronga como un platillo ‘exquisito’ y accesible para consumir.
El Centro de Investigación en Alimentos y Desarrollo (CIAD) detalló en su artículo que la moronga puede otorgar una variedad de beneficios para la salud, empezando con que es una buena fuente de hierro, apto para los glóbulos sanguíneos y no padecer anemia.
Por otro lado “contiene otros minerales como zinc, potasio, calcio y magnesio, los cuales son necesarios para mantener la salud del organismo” además de poseer “niveles muy bajos de hidratos de carbono”, los cuales, en su mayoría impactan en la condición física.
‘Las vitaminas como las del complejo B así como también algunos aminoácidos esenciales’ son otros de los aspectos positivos que tiene la morcilla, sin embargo, como cualquier producto animal, es importante que se consuma con moderación o se prepare de manera más saludable incluyendo verduras y menos grasas.
El CIAD detalló que uno de los principales riesgos de la moronga o morcilla es cuando se hace la recolección durante el sacrificio animal, ya que las personas que se están encargando de este proceso deben de ser cautelosas y refrigerar el líquido de inmediato si es que no le darán uso en el momento y así. asegurar su “calidad microbiológica y sensorial”.
Además la tripa también juega un papel muy importante porque debe estar lo más higiénica posible y ponerse a cocción previamente para embutirla.
Ahora que ya lo sabes ¿piensas darle un chance a la moronga o prefieres dejar de consumirla? Recuerda que también puedes optar por una versión vegana que incluya otros ingredientes y tenga un sabor similar.
