Este es el hongo que hizo crecer la demencia de la emperatriz Carlota

La historia de la emperatriz Carlota de México está llena de intrigas, tragedias y misterios, y entre ellos se encuentra el enigma detrás de su demencia, que la atormentó durante gran parte de su vida.

“La carne de dios”: conoce el hongo que terminó con la salud mental de Carlota

Carlota, la esposa del emperador Maximiliano I de México, vivió una vida marcada por el lujo, la ambición y la tragedia. Sin embargo, su salud mental comenzó a deteriorarse en la década de 1860, y se cree que uno de los factores que contribuyeron a su demencia fue el consumo de un hongo teyhuinti, conocido como “la carne de Dios”.

El teyhuinti es una especie de hongo que crece en las regiones montañosas de México, especialmente en los estados de Puebla y Veracruz. Es altamente tóxico y contiene sustancias químicas psicoactivas que pueden causar alucinaciones, delirio y, en casos extremos, daño cerebral permanente.

Aunque ha sido utilizado tradicionalmente por algunas culturas indígenas del país con propósitos rituales y medicinales, su consumo puede ser peligroso y potencialmente mortal si no se administra correctamente.

Se dice que la emperatriz buscó a una curandera para ayudarla con sus problemas de fertilidad, sin embargo, la mujer fue reconocida inmediatamente por lo que fue administrada a propósito con una alta dosis de este hongo, causándole un aumento en sus crisis de ansiedad y delirio.

Algunos historiadores sugieren que su demencia fue el resultado de una combinación de factores como la pérdida de su esposo, su incapacidad de concebir y el consumo de dicho hongo mexicano.

Durante sus últimos años, Carlota vivió en reclusión en el castillo de Bouchout, en Meise, donde recibió atención médica y psiquiátrica especializada, hasta que finalmente, el 19 de enero de 1927, a la edad de 86 años, la emperatriz falleció en el castillo de Bouchout.

Ahora que ya sabes todo sobre este hongo mexicano que afectó a Carlota, recuerda que el consumo de sustancias psicoactivas puede ser más dañino de lo que crees si no se administra correctamente.