Las semillas de girasol son un snack popular y nutritivo que ofrece múltiples beneficios para la salud. Pero, ¿qué sucede si las incorporamos en nuestra dieta diaria? A continuación, exploraremos los efectos de comer semillas de girasol todos los días.
De acuerdo con la escuela de nutrición de la facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, las semillas de girasol contienen concentraciones notables de ácido linoleico, fósforo, potasio, vitamina E y tocoferoles.
Asimismo, señala que estas semillas son consideradas ricas en vitaminas y minerales, especialmente en vitamina E - alfa tocoferol con alto poder antioxidante, a su vez es rica en vitamina K, B1, B2, B3y B6.
Por otro lado, en cuanto a los minerales contenidos en las semillas de girasol se encuentra un contenido significativo de fósforo, potasio y zinc, en menor medida calcio, magnesio y hierro, siendo este último de baja biodisponibilidad.
A pesar de ser calóricas, las semillas de girasol tienen un alto contenido de fibra y proteínas que pueden ayudar a controlar el apetito y promover la saciedad, lo cual es beneficioso para la pérdida de peso cuando se consumen con moderación.
Sin embargo, es importante considerar que el consumo excesivo puede llevar a un aumento en la ingesta calórica y posiblemente a un incremento de peso. Además, algunas semillas de girasol vienen saladas, lo que puede aumentar la ingesta de sodio.
Comer semillas de girasol todos los días puede ser parte de una dieta equilibrada si se hace con moderación. Son una adición nutritiva que ofrece beneficios para la salud del corazón, así como la obtención de sus nutrientes. Sin embargo, es crucial equilibrar su consumo con otras fuentes nutricionales para mantener una dieta variada y completa.
