¿'Café pendiente’? Te decimos el país que tiene esta bebida reservada para los que ‘menos tienen’
Recuperarás tu fe en la humanidad después de conocer esta noble causa.19 de agosto, 2024 | 12:00 p.m.Tomar café dentro de un restaurante, hoy en día se ha convertido en un lujo, pues los bocadillos y bebidas dentro de un establecimiento cada vez suben más su precio, y para algunos es difícil adquirirlo. Pero te contaremos sobre una noble iniciativa que surgió hace tiempo, y que aún prevalece, para ayudar a las personas que más lo necesitan: el “café pendiente”.
¿Qué es el ‘café pendiente’?
El café ‘pendiente’ es una práctica solidaria que consiste en pagar por adelantado un café para alguien que no puede costearlo. La idea es que una persona compra su café y además, deja pagado otro que queda ‘pendiente’ para que alguien más que no pueda permitírselo, lo disfrute sin costo.
Según Lavazza, esta tradición tiene sus raíces en Nápoles, Italia, donde se conoce como “caffé sospeso”. Ha ganado popularidad en diversos lugares del mundo como un acto de generosidad y apoyo comunitario.
Este acto de nobleza anónima fue un reflejo de la solidaridad entre la gente de la ciudad. Con el tiempo, esta tradición se ha extendido a otros países y ha inspirado prácticas similares en otros ámbitos, como pagar por comidas o productos para quienes no pueden permitírselo.
En esencia, el “café pendiente” representa una forma de ayudar a los demás sin esperar reconocimiento, permitiendo que la bondad fluya de manera espontánea y desinteresada.
¡Aún lo hacen! Algunos lugares donde prevalece el tradicional ‘café de pendiente’
Fernando Vera, gerente comercial de un café comercial en Madrid, menciona en una entrevista, explica que en su establecimiento mantienen esta práctica.
Pues alguna persona deja pagado el café, y ellos se encargan de buscar a personas de bajos recursos, con quienes ya tienen comunicación, y les permiten consumirlo dentro del local, de una forma natural.
Sumado al café, nace el concepto ‘bocadillos pendientes’, pues la idea es también saciar el hambre de quienes más lo necesitan.
Esta práctica se ha popularizado en España, y esperemos más países se unan a la noble causa.
Fe en la humanidad restaurada, pues aún existen personas de buen corazón que se suman a esta noble causa y que son el pilar de apoyo para que el “café pendiente”, y ahora los bocadillos, sigan ayudando a quienes más lo necesitan.