La gasolina es el combustible más común utilizado en los vehículos, pero un nuevo proyecto ha llegado a revolucionar este método de transporte, pues hoy en día existe una innovadora forma de alimentar el motor de un carro o camión, y te contaremos aquí todos los detalles, porque se trata de un alimentador excepcional: desechos de comida y ‘caca’ humana.
Así es el autobús ‘ecológico’ que funciona en Europa
Conoce al “Bio-Bus”, un autobús que recorre las calles impulsado por un combustible poco convencional pero muy efectivo: el biometano producido a partir de heces fecales y residuos de alimentos.
Un día típico en Bristol, Reino Unido, ves un autobús que a primera vista parece común, pero en realidad es un pionero en sostenibilidad.
Los residuos orgánicos, incluyendo las heces fecales de los hogares y restos de comida de restaurantes, son recolectados y transportados a una planta especial. Aquí, en lugar de ser simplemente desechados, estos materiales comienzan un proceso transformador.
En la planta, los residuos se colocan en grandes tanques donde se descomponen en ausencia de oxígeno. Este proceso, conocido como digestión anaeróbica, es llevado a cabo por bacterias que convierten el material orgánico en biogás.
El biogás producido contiene principalmente metano, pero también otras impurezas. Por eso, antes de ser utilizado como combustible, es purificado para obtener biometano de alta calidad.
Este biometano se almacena y luego se utiliza para alimentar al Bio-Bus. Con un tanque lleno, el autobús puede recorrer aproximadamente 300 kilómetros, transportando a los pasajeros de manera eficiente y con una huella de carbono mucho menor que los autobuses tradicionales de diésel.
El uso de biometano en lugar de diésel reduce significativamente las emisiones de dióxido de carbono y otros contaminantes. Según un artículo de The Guardian, el Bio-Bus puede reducir las emisiones de CO2 hasta en un 30%.
Este proceso no solo reduce la cantidad de residuos en vertederos sino que también crea una fuente de energía renovable y sostenible.
Viajar en el Bio-Bus es más que un simple trayecto; es ser parte de una revolución verde que muestra cómo incluso lo que consideramos desechos puede tener un segundo uso valioso.
