Los chocolates Ferrero Rocher se han convertido en un clásico de las ocasiones especiales, pues están tan bien posicionados en el mundo comercial, que las personas los catalogan como el obsequio ideal. Pero seguro que su popularidad no siempre fue tan evidente, y aquí te contaremos su historia para que compruebes que la empresa chocolatera inició desde abajo.
Conoce cómo surgió la empresa chocolatera Ferrero Rocher
Gracias a lo que Ferrero Rocher refirió directamente en su sitio, podemos conocer una pizca de la totalidad de su historia.
Ferrero Rocher es uno de esos chocolates que prácticamente todos reconocen al instante. Su historia comienza con la familia Ferrero en una pequeña pastelería en Alba, Italia. Pietro Ferrero, un talentoso pastelero, y su hermano Giovanni fundaron la empresa en 1946. Pero no fue hasta casi 40 años después que el Ferrero Rocher que conocemos hoy fue lanzado en Europa: esto sucedió en 1982.
El éxito de Ferrero Rocher no solo se debe a su sabor increíble, sino también a su elegante presentación. Ese empaque dorado lo convierte en un regalo perfecto, especialmente durante las festividades.
Lo que realmente lo hace especial es la dedicación a la calidad. Desde el principio, Ferrero ha sido una empresa que no escatima en los ingredientes y en los procesos de producción para asegurarse de que cada bocado sea una experiencia deliciosa.
Fue en el año 1983 que se transmitió por televisión el primer anuncio de la marca, y se convirtió en un éxito de aquella época.
Antes de Ferrero Rocher, la compañía ya había tenido éxito con otros productos. Por ejemplo, Nutella, la famosa crema de avellanas y chocolate, y los chocolates Kinder. Cada producto que lanzaban parecía ser un éxito, lo que ayudó a construir la reputación de la marca.
Lo interesante es que Ferrero ha logrado mantener esa esencia de empresa familiar a lo largo de los años. La compañía ha seguido creciendo y diversificándose, pero siempre con un compromiso firme con la innovación y la excelencia. Priorizando su lanzamiento en Europa, hasta que se convirtió en un chocolate de talla internacional.
Así que, la próxima vez que disfrutes de un Ferrero Rocher, recuerda que estás degustando no solo un delicioso chocolate, sino también una pequeña parte de una historia rica en tradición, pasión y dedicación familiar.
