Edimburgo: Una elegante y mísitca capital que no te quieres perder

El Reino Unido son la unión de cuatro países que abarca Inglaterra, Galés, Irlanda del Norte y Escocia que si preguntan es probablemente la joya de la corona, pues con su impactante historia que abarca milenios y sus vistas escénicas de la naturaleza a donde sea que vayas te hará enamorarte de un país que a veces podría parecer infravalorado.

Escocia está dividida entre las tierras altas y las tierras bajas y se podría argumentar que las más bonitas son aquellas que están en el norte, que es donde también se encuentra la capital escocesa, que en su corazón esconde uno de los tesoros más grandes de Europa y lleva por nombre Edimburgo.

Una ciudad marcada por la historia

Edimburgo es una ciudad que en muchas maneras es indescriptible, pues la vibra que se siente caminando por sus calles es algo que en ningún otro lado se experimenta, es como si su ambiente estuviera cargado de milenios de historia en donde reyes y batallas se unen para presentarnos la ciudad del presente.

Es difícil poder poner en pocos puntos qué ver cuando estés de visita por estas tierras, pues lo tiene todo, y a donde sea que voltees te encontrarás con una nueva joya que querrás fotografía para guardar por siempre en tu memoria, pero esperamos que esta breve guía te sea de utilidad.

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Primero que nada te recomendamos que antes de aterrizar te eches un clavado corto en la historia de la ciudad, en como es que en 1108 fue fundada la villa de Edimburgo como un poderoso fuerte militar y como tal solo cien años después presenció una de las batallas más crudas por la independencia escocesa y como es que a lo largo de los siglos con cambios de gobierno se ha mantenido firme como una joya en Europa.

En este mismo tono, el primer lugar al que te recomendamos ir es al castillo de Edimburgo que con más de mil años en pie tiene una preciosa arquitectura que te dejará con el ojo abierto y dentro de él podrás aprender desde las tradiciones escocesas más arraigadas hasta la historia más reciente del país. Le tienes que dedicar la mayor parte de un día si es que lo quieres ver todo a detalle, pero te prometemos que vale la pena.

Hablando de tradiciones, algo importantísimo en la ciudad y el país es el tartán que es el clásico tejido escocés que viene en distintos colores y que comprarte algo como souvenir con esta tela es algo muy especial o bien algo de lana como bufandas que están hechas con ovejas escocesas.

Caminar por la ciudad es clave en este caso pasearte por Victoria Street que muchos argumentan que inspiro Harry Potter, encuentra a Greyfriars Bobby un perrito que si tocas su nariz te dará suerte y claro que no puede faltar la calle Royal Mille que es probablemente la más emblemática de la ciudad. Con subidas y bajadas, piérdete en los callejones, que tienen entradas en distintos edificios en estas venidas.

Para ver un atardecer impresionante hay dos lugares que no te puedes perder, el primero es el icónico Castle Hill que es un parque con vistas a toda la ciudad en donde cuando el sol se pone verás un espectáculo y la colina de Arthur seat en donde tendrás que hacer un poco de senderismo, pero vale mucho la pena.

Recorre la ciudad vieja de Edimburgo con su espiga que corona la ciudad y la Dean Village que con su paisaje como de ensueño te atrapará. No puede faltar que pruebes un poco de whiskey en cualquier lugar.

La verdad es que existe mucho más que hacer, desde miles de museos que visitar hasta puntos más curiosos de interés, pero para unos pocos días en la ciudad este es el itinerario perfecto para ti.

Así que ya sabes, ¿te atreves a lanzarte de viaje a esta mística ciudad? Espero que la respuesta sea sí, pues es un lugar como ningún otro.