Esta es la historia de las Iglesias inundadas por una presa en el Estado de México
Explorando la historia y cómo hacer tu recorrido cerca de las iglesias en la presa Taxhimay.07 de diciembre, 2023 | 08:00 p.m.Dentro de la belleza natural del Estado de México, en Villa del Carbón se encuentran dos iglesias sumergidas dentro de la Presa Taxhimay. Esta historia surge como un testimonio crucial que data desde el año 1700.
Aquí te explicaremos más sobre estas iglesias inundadas por una presa.
Conoce las fantásticas iglesias sumergidas en Villa del Carbón
Cuentan los habitantes de Villa del Carbón que en 1700 una tormenta provocó que un árbol bloqueara el paso del río que descendía del cerro de la Bufa. Para prevenir un desastre natural, un leñador decidió cortar el árbol evitando así una peligrosa inundación. En cada golpe que daba, escuchaba quejidos.
Decidió informar a los franciscanos, quienes encontraron el rostro de Cristo, pidiéndoles que construyeran un templo.
Cuando en 1931 se construyó la presa, lo único que se conservó de la iglesia fue el Cristo. La iglesia fue reconstruida en otro lugar siguiendo sus enseñanzas.
La creación de la presa no fue una inundación; todo estuvo previamente planeado para mejorar en un futuro la reserva del agua de lluvia.
El pueblo que está sumergido fue desalojado previamente. Tan solo dos cúpulas permanecen como vestigios de lo que solía ser este pueblo otomí en el pasado, identificadas como los restos de la histórica parroquia franciscana de San Luis Rey de Francia y otra de menor tamaño asociada al Nazareno del Quejido.
La historia de la Presa Taxhimay se remonta a 1931, cuando se concibió como parte de un ambicioso proyecto hidroeléctrico para aprovechar los recursos hídricos de la región. La construcción, que implicó desafíos considerables, dio como resultado una estructura majestuosa que ha redefinido el paisaje y la dinámica de la zona.
La zona Taxhimay se encuentra aproximadamente a 24 kilómetros del centro del municipio.
¿Qué hay para hacer en este lugar?
Esta presa también ha evolucionado para convertirse en un lugar de importancia cultural y recreacional. Ya sea por sus vistas panorámicas, actividades acuáticas o su papel como punto de encuentro comunitario, la presa ha integrado elementos de ocio y cultura en su identidad.
Teniendo actividades como ir en los “Patos del amor” que son mini lanchas para que puedas conocer un poco más esta presa, también cuentan con restaurantes que el consumo por persona ronda entre los $200 y $300.
La zona también ha sido sede de grandes eventos: justas atléticas, motonáuticas, triatlones y competencias de natación.
Este monumento hidroeléctrico continúa contando una historia en constante evolución que sigue capturando la atención y la admiración de quienes exploran su magnificencia.