El pastelito de chocolate que contiene exceso de grasa y aditivos que afectan la flora intestinal

Si eres de los que no pueden resistirse a un pastelito de chocolate con relleno cremoso, esta información te va a interesar. El Poder del Consumidor realizó un análisis reciente en el que una marca, nueva en esta versión de golosina, posee cantidades excesivas de grasas, azúcares y calorías, además de dos aditivos que afectan la flora intestinal. Así que chécate de cuál se trata y, de paso, conoce cómo hacer este snack en su versión más casera, sin conservadores.

¿Adicto a los pastelitos de chocolate? Cuidado con los aditivos de esta marca, según expertos

Sabemos que hay un montón de marcas de pastelitos de chocolate; no obstante, El Poder del Consumidor se dio a la tarea de analizar una en específico en sus radiografías: el Pastelito Bocadín, en el cual encontró aspectos negativos para la salud.

Esta es la sopa de estrellas con exceso de sodio y aditivos dañinos, según El Poder del Consumidor

De acuerdo con la asociación, el producto de 40 g contiene hasta tres cucharadas cafeteras de azúcar, superando en un 37.5% la cantidad recomendada para un niño, quienes son los principales consumidores. Esto puede ocasionarles problemas como obesidad, diabetes y caries. Además, otorga 160 calorías, de las cuales el 28.8% proviene de grasas saturadas.

En cuanto a sus aditivos, lamentablemente contiene polisorbato 60, el cual afecta la flora intestinal y puede provocar síndrome metabólico, colitis, inflamación y obesidad. También tiene carboximetilcelulosa sódica (CMC sódica), que impacta de la misma manera la flora intestinal y el sistema digestivo.

¿Cómo hacer un pastelito de chocolate casero?

Esta receta de la youtuber El Rincón de Belén sin duda te va a fascinar, ya que no contiene conservadores ni aditivos. Además, está hecha con cacao en polvo, el cual, según la UNAM, contiene antioxidantes y flavonoides, nos da energía y mejora nuestro estado de ánimo gracias a la “liberación de neurotransmisores químicos directamente vinculados a nuestras emociones.”

Así que pon manos a la obra, porque esto necesitas:

• 3 huevos
• 50 g de harina
• 70 g de azúcar; aparte otros 60 g y una cucharada
• 25 g de cacao puro de 70 u 80% de contenido
• 80 ml de agua
• 1 cucharadita de esencia de vainilla y aparte otra media cdta.
• 90 g de queso mascarpone
• 25 ml de nata o crema para batir y aparte otros 235 ml
• 20 g de leche condensada
• 8 g de azúcar glass
• 200 g de chocolate con alto contenido en cacao para derretir
• 35 g de mantequilla
• Moldes para pastelitos rectangulares y pequeños (puede ser de silicón)
• Una brocha

Procedimiento:

• Mezcla los huevos y 70 g de azúcar hasta obtener una mezcla cremosa. Luego, añade la harina y el cacao en polvo tamizados y, con ayuda de una cuchara, une todo hasta que quede espeso y bien uniforme.
• Rellena tus moldes y hornéalos a 170° con calor arriba y abajo durante 15 minutos. Una vez listos, retíralos del horno y déjalos enfriar.
• Mientras tanto, pon a calentar a fuego medio el agua con los otros 60 g de azúcar y la cucharada de esencia de vainilla. Deja que hierva por un minuto, retira del fuego y reserva.
• Para la crema, mezcla el queso, la nata o crema para batir, la leche condensada, el azúcar glass y el resto de la vainilla. Una vez obtenida una crema homogénea, cúbrela con plástico y métela en el congelador por unos 25 minutos.
• Para la cobertura de chocolate, calienta a fuego medio-alto el resto de la crema para batir o nata junto con el azúcar. Cuando hierva, apaga el fuego y agrégasela al chocolate. Deja que se derrita bien y, por último, añade la mantequilla y mezcla.
• Abre los pastelitos por la mitad, báñalos con la mezcla de azúcar y agua usando una brocha y luego úntales una capa de crema. Mételos al congelador por 20 minutos.
• Una vez listos, colócalos sobre una rejilla, báñalos con la cobertura, deja enfriar y disfruta.

Así que ya lo sabes, la próxima vez que te encuentres frente a un Pastelito Bocadín en la tiendita, piensa dos veces antes de llevarlo a la caja. No se trata de eliminarlo por completo, pero sí de entender qué le estamos dando a nuestro cuerpo y cómo podemos cuidar mejor nuestra alimentación sin renunciar al placer de un buen postre.