El eclipse solar total del 8 de Abril está a la vuelta de la esquina, y nunca está de más la información que resguardará tu salud, sobre todo si es la ocular, pues es de suma importancia conservarla, así que conoce aquí las posibles consecuencias de observar un eclipse sin protección.
¿Qué pasa si ves directamente un eclipse?
Alguna vez hemos escuchado que observar cualquier eclipse, sin protección en los ojos es un completo error.
Y de acuerdo con lo que AARP establece directamente en su sitio, la exposición directa de los ojos a un eclipse puede dañar de forma permanente la retina, además de convertir el tejido de la parte trasera del ojo, la luz en señales eléctricas para el cabello.
Durante un eclipse solar, la luna bloquea parcial o completamente la luz del sol, lo que puede hacer que las personas miren directamente al sol sin darse cuenta del peligro. Sin embargo, la radiación ultravioleta y la luz solar intensa pueden dañar gravemente la retina, la parte del ojo responsable de la visión.
Cuando miras directamente al sol, incluso durante un eclipse, la luz solar puede dañar las células fotosensibles de la retina, lo que resulta en una lesión conocida como retinopatía solar o quemadura solar en la retina.
Los síntomas pueden no ser inmediatos y pueden incluir visión borrosa, manchas ciegas, sensibilidad a la luz, dolor de cabeza e incluso pérdida permanente de la visión central.
Eclipse | El eclipse requiere de cuidados especiales (Pixabay).
Por lo tanto, es absolutamente crucial proteger tus ojos durante un eclipse solar. La única forma segura de observar un eclipse solar es a través de métodos seguros de observación, como gafas de eclipse certificadas que cumplen con los estándares internacionales de seguridad, filtros solares especiales para telescopios o proyectando la imagen del eclipse sobre una superficie.
Nunca mires directamente al sol con los ojos desnudos o con dispositivos no certificados, como gafas de sol normales, cámaras, binoculares o telescopios sin filtros solares adecuados. Siempre es mejor prevenir el daño ocular que lamentarlo después.
