Calienta la leche a fuego bajo. Cuando su temperatura se eleve un poco, verifica que sea soportable, esto quiere decir que debe estar caliente, pero no debe de quemar.
Añade el yogur natural y revuelve muy bien.
Después, viértelo en un tazón de vidrio y cúbrelo con plástico para alimentos.
Busca el lugar más cálido de tu cocina y déjalo al menos por 18 horas. Puedes dejarlo cerca de la estufa, el horno o incluso de una ventana.
Pasado el tiempo, la consistencia debe de verse como leche cortada.
Pasa la mezcla sobre una manta de cielo doblada por la mitad para colarla. Pon el contenido de la manta en otro tazón y reserva.
Toma la grenetina y añádela a un recipiente con agua a temperatura ambienta, mezcla muy bien y deja hidratar por dos minutos. Después ponla al fuego hasta que se torne transparente.
Añade la grenetina caliente en el recipiente del yogur que salió de la manta de cielo y mezcla hasta que se vea homogénea.
Es más económico que comprar yogur en el supermercado.
Puedes controlar los ingredientes y asegurarte de que no contiene azúcar añadida ni conservadores.
El yogur natural es una buena fuente de calcio, proteínas y probióticos, que son beneficiosos para la salud intestinal.
Con esta sencilla receta de la Profeco, puedes preparar yogur natural tipo griego en casa de forma fácil y económica. ¡Disfruta de un yogur fresco, saludable y delicioso!
