Recetas
Haz tu propia cajeta VEGANA
Disfruta del dulce de cabra más amado por todos ¡pero sin productos animales! con esta receta fácil y deliciosa.03 de marzo, 2024 | 07:00 a.m.
Cajeta vegana. | Prepara este dulce para tus hot cakes ¡vegano! (Especial: Nerea Erre).
En el vasto universo de dulces y postres, la cajeta ha sido durante mucho tiempo una deliciosa joya originaria de México. Este dulce, que tradicionalmente se elabora con leche de cabra, ha encontrado una versión más inclusiva y consciente con la creciente popularidad de la cocina vegana.
Este es el origen de la cajeta: un dulce tradicional de México
La cajeta, que tiene sus raíces en Celaya, Guanajuato, es un dulce tradicional mexicano que ha deleitado los paladares durante generaciones. Su nombre deriva del recipiente en el que originalmente se guardaba: la “cajita”.
Optar por una versión vegana de la cajeta no solo se alinea con la creciente tendencia hacia una alimentación basada en plantas, sino que también ofrece una opción más inclusiva para aquellos que siguen una dieta vegetariana o son intolerantes a la lactosa.
Ingredientes
- 2 tazas de leche de almendra (o cualquier leche vegetal de tu elección)
- 1 taza de azúcar moreno
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- Una pizca de sal
Instrucciones
1. Preparación inicial: En una cacerola a fuego medio, combina la leche de almendra y el azúcar moreno. Remueve constantemente hasta que el azúcar se disuelva por completo.
2. Cocción a fuego lento: Lleva la mezcla a ebullición y luego reduce el fuego a bajo. Agrega la vainilla y una pizca de sal. Continúa cocinando a fuego lento, revolviendo ocasionalmente, durante aproximadamente 1-1.5 horas o hasta que la mezcla adquiera una consistencia espesa y un color dorado.
3. Enfriamiento y almacenamiento: Retira del fuego y deja enfriar. La cajeta seguirá espesando mientras se enfría. Viértela en frascos de vidrio esterilizados y guárdala en el refrigerador. La cajeta vegana puede conservarse por varias semanas.
La versión vegana de la cajeta busca replicar la indulgencia y el sabor original, pero sin utilizar ingredientes de origen animal, contribuyendo así a la sostenibilidad y ética alimentaria.
