Cuando vas al supermercado, es común querer ahorrar tiempo y comprar carne o pollo ya empacado o en mesas con hielo. Sin embargo, es importante tener cuidado con este tipo de productos, ya que Según Ricardo Carbajal, el ingeniero en Biomédica, podrían no estar en las mejores condiciones.
¿Por qué no es recomendable comprar carne en el supermercado?
La carne del supermercado, que se encuentra en mesas con hielo, no siempre se enfría correctamente, lo que puede provocar que empiece a descomponerse. Si ves que la bolsa comienza a inflarse, es una señal de alerta.
Además, si la carne está congelada, pero ves cristales de hielo en la bolsa, significa que probablemente ha sido descongelada y vuelta a congelar, lo cual afecta tanto su calidad como su sabor.
En el caso de la carne molida, la que se vende en bandejas suele incluir partes como tendones o cartílagos, reduciendo su calidad comparada con la que pican al momento en la carnicería. Además, la carne pre-empacada tiende a ser más cara.
Para evitar problemas, lo mejor es dedicar un poco más de tiempo y comprar en el mostrador o consumir local. Así aseguras que lo que llevas a casa es fresco y de mejor calidad.
Ricardo Carbajal, el ingeniero en Biomédica, recomienda comprar únicamente productos bien refrigerados, cubiertos completamente por hielo.
Lavar el pollo fuera de tu cocina, o en un recipiente aparte, sin hacerlo bajo el chorro de agua.
Y si preparas algún caldo, deja que hierva completamente, porque algunos microorganismos resisten altas temperaturas (70°C).
Y si la carne de supermercado ya no te convence, siempre es buena opción visitar la carnicería de la esquina, cercana a tu casa, así evitas el riesgo, y consumes local. Sigue las recomendaciones de los expertos para evitar bacterias en tu comida y disfruta de buenos platillos.
