El rendimiento escolar depende de muchos factores, pero sin duda, descansar bien y las horas de sueño pueden influir mucho en las calificaciones que un niño pueda obtener y en el aprendizaje que esté adquiriendo. Aquí te contaremos la importancia de las siestas durante el día y del descanso durante la noche en los niños.
¿Cuántas horas debe dormir un niño?
La Universidad EAFIT menciona que la preadolescencia comienza a los 13 años, considerando la primera infancia y la niñez desde el primer año de vida y hasta los 12 años. Por esto mismo, llamamos niños a aquellos pequeños humanos que no tienen más de doce vueltas al sol.
Niños leyendo | El rendimiento escolar depende de diversos factores (Pixabay).
La American Academy of Pediatrics, en su sitio web Healthy Children, argumentan algunos rangos de horas de sueño que un niño puede necesitar para que pueda desarrollarse de acuerdo con su etapa y edad.
Es importante mencionar que este rango incluye las siestas que se puedan tomar durante el día. Por lo tanto, se deben sumar las horas de sueño durante la noche, pero también las del día.
1 a 2 años: un niño de esta edad debe dormir entre 11 y 14 horas.
3 a 5 años: desde 10 a 13 horas son las necesarias para un niño de este rango de edades, en etapa preescolar.
6 a 12 años: en promedio debe descansar entre 9 y 12 horas, en etapa de escuela primaria.
¿El sueño impacta en el desempeño escolar de los niños?
La American Academy of Pediatrics, en su sitio web Healthy Children, menciona que los niños que completan sus horas de sueño necesarias y descansan bien, fortalecen su sistema inmunitario, además de que tienen un mejor rendimiento académico, comportamiento, memoria, y por supuesto, potencia su salud mental.
Logro escolar | Un buen descanso le dará a los niños un mejor rendimiento en la escuela (Pixabay).
El Instituto Edinburgh explica en su sitio web que durante las horas de sueño, la mente y el cuerpo de los niños y del ser humano en general se recuperan y además, consolida la memoria y se fortalece el sistema inmune.
Menciona también que al dormir, el cerebro procesa la información aprendida durante el día y se fortalecen las conexiones neuronales.
Una buena noche de descanso ayudará al niño a recordar lo que aprendió durante el día, además de facilitarle la concentración durante sus clases.
Dormir bien no solo le ayudará en su rendimiento escolar, sino que, durante todo el día, se mantendrá con mayor energía y concentración, potenciando su rendimiento en todas sus actividades diarias.
Por lo anterior, padres y cuidadores deben asegurar un sueño adecuado para que los niños aprovechen al máximo sus jornadas escolares y disfruten de una salud mental y física óptima.
