¿Anemia? Esta es la realidad detrás del gusto por masticar hielo

Existen diferentes hábitos en el ser humano, que podrían traducirse a algún padecimiento simple o algunos un poco más graves, tal es el caso del gusto por masticar hielo, del que existen diversas teorías al respecto, pues está relacionado principalmente como un signo de padecer anemia, aquí te lo contamos.

¿Masticar hielo es saludable? O cuál es el origen de este hábito

El origen del gusto por masticar hielo es toda una incógnita, Mayo Clinic establece directamente en su sitio, que dicha acción podría relacionarse con deficiencia de hierro, no necesariamente a causa de una anemia, pero el motivo no es claro aún.

La necesidad de masticar hielo, conocida como pagofagia, puede estar relacionada con diferentes factores, y aunque no hay una única causa conocida, te diremos algunas posibles causas.

La pagofagia a menudo se ha asociado con deficiencia de hierro o anemia. La anemia puede provocar cambios en el cuerpo, incluidos antojos poco comunes, como la necesidad de masticar hielo.

Algunas personas con anemia encuentran que masticar hielo puede proporcionar un alivio temporal.

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Algunas personas pueden recurrir a masticar hielo como una forma de aliviar el estrés o la ansiedad. La acción repetitiva de masticar algo puede proporcionar una sensación de calma o distracción.

Masticar hielo puede proporcionar una estimulación oral similar a la de masticar chicle o comer otros alimentos crujientes. Algunas personas encuentran esta sensación placentera o reconfortante.

Para algunas personas, masticar hielo se convierte en un hábito sin una causa subyacente específica. Puede desarrollarse a partir de experiencias pasadas o simplemente como una preferencia personal.

Algunas personas pueden sentir que masticar hielo refresca su boca o les proporciona alivio temporal si sienten calor o incomodidad en la boca.

Si experimentas un fuerte deseo de masticar hielo de forma persistente, especialmente si se acompaña de otros síntomas como fatiga, debilidad o palidez, es importante consultar a un médico. Podría ser un signo de una afección subyacente, como anemia, que requiere atención médica.