Sigue la dieta vikinga para conservar tu salud por muchos años
Ancestral, pero vigente, esta forma de alimentarse es la que recomiendan los expertos.20 de diciembre, 2023 | 10:00 a.m.Los vikingos provienen de países nórdicos, donde el frío es algo de todos los días y donde las dietas se adecúan al lugar de donde se consiguen los alimentos. En la antigüedad, su alimentación los convertía en fuertes y temibles guerreros, pero en la actualidad su dieta es mirada y estudiada por expertos dadas sus propiedades nutricionales.
La dieta vikinga, o también conocida como dieta nórdica, se basa en hortalizas que crecen bajo la tierra, pescados, ausencia de azúcares y mucha, pero mucha agua. Es fácil de seguir, no es complicado de preparar sus platillos y, finalmente, termina siendo una opción muy saludable para quienes buscan un estilo de vida más natural.
Como siempre, las dietas no son ni deben ser estrictas. Los cuerpos se adaptan a distintos climas y costumbres, por lo que un cambio radical de alimentación nunca es recomendable. Para seguir esta dieta o cualquier otra, es importante consultar con un experto y adecuar ese cambio a las necesidades alimenticias de cada uno.
Por qué es buena la dieta vikinga y qué incluye
La dieta vikinga es famosa por ser un gran aliado para mantener limpias las arterias y aportar antioxidantes al cuerpo. No incluye muchos dulces ni azúcares, como tampoco estímulos fuertes (prácticamente no incluye café, por ejemplo). Se basa principalmente en una ingesta de hortalizas de raíz (todo vegetal que crece bajo la tierra, como papas, zanahorias, calabazas, etc.), que son fuentes de vitamina A, C y fibra.
El pescado tiene un rol fundamental, estando presente en prácticamente todas las preparaciones y priorizando que sean frescos. Se reduce la cantidad de sal (prácticamente no se salan las comidas), de azúcar y se debe aumentar notoriamente la ingesta de agua diaria.
Con esa combinación de factores, se logra una dieta balanceada que allí se consume mucho. También se incorporan algunos cereales y, en tiempos de mucho frío, preparaciones más bien calóricas.