Transpirar está bien y es necesario para el cuerpo. Es la forma en la que se liberan toxinas y suele aparecer cuando hace mucho calor o hacemos actividad física. Si bien algunos transpiran y no desprenden olor, otros suelen sudar y dejar muy mal olor.
Todo eso tiene una explicación y varía según la alimentación. Además, hay otro factor como la genética y otras tantas variables que hacen que cada persona tenga un olor distinto y muy particular, siendo difícil que se encuentren dos iguales.
Más allá del olor corporal natural de cada persona, la transpiración puede implicar un cambio en ello. Es decir, todos tenemos un aroma, pero la transpiración genera otro que puede ser agradable o desagradable.
Los alimentos que cambian la forma en la que olemos
Según Johan Lundström, del Karolinska Institutet de Estocolmo, los olores corporales se generan con base a una combinación de compuestos de distintas glándulas, genética, población bacteriana del cuerpo y el medio ambiente junto a lo que comemos. Todo eso crea un aroma.
A partir de ahí, según qué se ingiera, se puede modificar sutilmente ese olor, haciéndolo más agradable o desagradable, según sea el caso. Por ejemplo, según un estudio, estos son los alimentos que mejoran el olor del sudor en hombres.
Frutas.
Verduras.
Carne.
Huevo.
Tofu.
Por el contrario, los carbohidratos suelen generar un olor más fuerte y, por ende, menos agradable. A su vez, ese mismo estudio indicó que para el público femenino, los hombres que ingieren menos carne suelen tener “un olor más atractivo”.
La ingesta de frutas mejora el olor corporal. | Según un estudio, combinarlas con vegetales genera un "aroma más atractivo" en el sudor. (Fuente: Freepik).
Ahora bien, el olor también es contextual y varía según dónde estemos. Ese mismo estudio, que publicó la BBC, indicó que el olor corporal en un gimnasio o en la cama con alguien que te atrae se percibe de una manera muy distinta a que en otro contexto, como el transporte público.
Es decir, más allá del aroma en sí, la tolerancia hacia él y la costumbre a percibirlo afecta mucho a si será catalogado como un olor agradable o no. La alimentación influye, pero no siempre es determinante.
