El mole poblano es uno de los guisos más icónicos y conocidos de México, con múltiples variantes según la región, pero siempre caracterizado por ser una mezcla de diferentes chiles secos, especias, chocolate y caldo de carne. De acuerdo con lo que menciona Larousse Cocina, la salsa resultante de la mezcla de los ingredientes es de un color café oscuro, espesa, brillante y muy aromática.
Entre los chiles más utilizados para preparar el mole poblano se encuentran el ancho, mulato, pasilla y chipotle, mientras que las especias principales incluyen clavo, pimienta negra y gorda, comino, canela y anís, además del chocolate que le aporta un sabor distintivo.
Este platillo también suele incluir ingredientes como cacahuate, almendra, nuez pacana, pepitas de calabaza, ajonjolí, pasas, jitomate, tomate, ajo y cebolla. La técnica de preparación del mole poblano varía según la región de México en la que se elabore, lo que da lugar a diversas versiones de este famoso platillo.
Sin embargo, el resultado final siempre ofrece una compleja combinación de sabores que hacen del mole un guiso apreciado tanto en la cocina tradicional mexicana como a nivel internacional.
Si ya se te hizo agua la boca y te gustaría deleitarte con el auténtico mole poblano, aquí tenemos algunas opciones de los restaurantes mejor calificados por los comensales
Mural de los poblanos: con 4.6 de 5 estrellas en Google Maps, y cerca de 10 mil 400 valoraciones de los visitantes. Ubicado en la calle 16 de septiembre 506, en el Centro de Puebla. Con horario de 8:00 am a 12:00 am, todos los días.
Casareyna:con 4.6 de 5 estrellas y cerca de 3 mil 400 reseñas de los visitantes al restaurante. Encuéntralo en Privada 2 Oriente 1007 en el Centro de Puebla.
La mexicana: con cerca de mil 600 reseñas de los visitantes, alcanza 4.5 de 5 estrellas. Visítalo en Avenida 3 Poniente. 316, en el Centro histórico de Puebla.
El mole, uno de los platillos más emblemáticos de la gastronomía mexicana, tiene raíces profundas que se remontan a las culturas prehispánicas. En aquel entonces, los pueblos indígenas solían mezclar diferentes tipos de chiles, semillas de calabaza, hierba santa y jitomate para crear una salsa espesa a la que llamaban mulli.
Con el tiempo, esta mezcla evolucionó, y aunque durante mucho tiempo se creyó que el mole se originó en el Convento de Santa Rosa, en Puebla, donde una monja molió en un metate varios chiles y especias, su verdadero origen parece ser aún más antiguo y ligado a la tradición indígena.
Hoy en día, el mole es tan importante en Puebla que cada año se organiza el Festival del Mole Poblano en San Andrés Cholula. Este evento celebra no solo el sabor inigualable del mole, sino también la rica gastronomía, las tradiciones y las costumbres del estado. Es una verdadera fiesta que une a la comunidad en torno a uno de los sabores más representativos de México.
Además, si visitas el Museo de Arte Popular Ex-Convento de Santa Rosa, uno de los espacios que más destaca es su cocina, ya que la leyenda dice que fue ahí donde una monja creó, por accidente o ingenio, el mole que conocemos hoy. Aunque el origen exacto sigue siendo tema de debate, lo cierto es que el mole ha dejado una huella imborrable en la historia y cultura de Puebla.
