La comunidad sirio-libanesa en México ha sentado raíces por generaciones y uno de sus principales frutos y regalos hacia la sociedad es la delicia que representa su comida y sus sabores.
Restaurantes de comida árabe hay varios en la ciudad, pero ninguno como el Al Andaluz, pues su estética y su cocina son dignas de que vayas a sentarte un ratito a disfrutar como rey.
Un restaurante de cinco estrellas
El Al Andaluz nació de la mano del chef libanés Mohamed Mazeh en 1994 sobre la calle de Mesones en el centro histórica de la Ciudad de México. Fue una nueva propuesta que juntaba la calidad de la comida libanesa con la sensación de sentirte como en casa un domingo familiar por lo que su éxito llegó pronto.
Desde entonces han crecido exponencialmente agregando twist de la cultura moderna, agregando nuevas cosas al menú que permiten conservar el lado más tradicional de la gastronomía del medio oriente para los paladares más exigentes y el más moderno para aquellos que se atreven a probar cosas nuevas.
La nueva sucursal ubicada en la torre Nissan es un restaurante impactante por su arquitectura, desde una cava de vinos de cristal que va del piso al techo hasta los detalles de la vajilla hacen que la experiencia sea única y especial.
Además, es el lugar perfecto para ir con la familia, pues sus mesas grandes y redondas permiten tener conversaciones tal como si estuvieras en casa.
En cuanto a la comida se refiere, tienes que empezar pidiéndote un jocoque preparado, un hummus natural y un tabule que es una deliciosa y refrescante ensalada que se come en tacos de lechuga.
Para el plato fuerte te recomendamos que pidas al centro para que puedas probar varias cosas, si eres más aventurero, ordena en keppe crudo que es una mezcla de carne de res y trigo crudo que se come con cebollitas y hojas de hierbabuena que es una delicia.
Pero si te quieres ir a la segura, pide el kippe charola o el bola que con un relleno de carne, cebolla y piñones es un mundo de sabores en tu boca. También tienes que probar el arroz con fideos y las hojas de parra.
Cerrar con broche de oro la comida es de lo más importante, por lo que te recomendamos que junto con tu café árabe te pidas una baklava que es una delicia y te dejará con ganas de más.
