La Ciudad de México es ni más ni menos que un paraíso gastronómico. En sus calles cuenta con restaurantes y bares para todos los gustos, que van desde establecimientos muy nuevos hasta otros que ya tienen más de 100 años de historia. Cualquiera que visite la CDMX podrá disfrutar de una variedad poco común en otros lugares, y aprender de la cultura o del pasado mexicano con solo ir a comer a un lugar.
El sitio Time Out, especializado en hacer recomendaciones para viajeros, elaboró una clasificación con los mejores restaurantes mexicanos, entre los que se encuentran lugares como Pujol, Máximo Bistrot o Merotoro.
Pese a no estar primero -aunque sí integra el top 3-, hay un restaurante que destaca especialmente. Es que está montado sobre una casa del Porfiriato, es decir, el período de la historia de México que abarcó desde 1876 hasta 1911 durante el cual militar y político Porfirio Díaz estuvo al mando del gobierno.
Un restaurante montado sobre la historia misma
Durante la época del Porfiriato, los restaurantes y clubes privados no estaban abiertos para todos. De hecho, la mayoría de la población no podía pagar una comida en un restaurante, sino que comía en casa o en algún puesto de la calle.
En cambio, se convirtieron en lugares para difundir el gusto por los ingredientes costosos y los platillos refinados. Los restaurantes se enorgullecían de tener chefs o maitres d’hotel traídos de París. La clase alta solía acudir a fastuosos restaurantes o fiestas, donde se servían bebidas alcohólicas como vino blanco, jerez o coñac. La gastronomía de la clase alta imitaba el estilo francés, con platillos como faisanes, perdigones, gansos y otras aves.
Sin embargo, no es el caso de Rosetta. El establecimiento, ubicado en la calle Colima al 166, está en una mansión francesa con techos altos que “está siempre llena porque todos pueden estar tranquilos sabiendo que cualquier cosa que pidan será sencilla y deliciosa”, destacó Time Out.
Es destacado en muchos sitios | Rosetta disfruta de una gran popularidad en la CDMX
Además, resaltó el patio con sutiles motivos florales y paredes blancas, los muebles antiguos y los detalles de enredaderas en las paredes.
Qué hay en el menú de Rosetta en CDMX
Aunque el menú es italiano, se nota claramente la influencia mexicana. Su chef, Elena Reygadas, estudió en Londres durante cinco años, donde perfeccionó su oficio en el restaurante Locanda Locatelli.
Así, se puede disfrutar de entradas como una burrata o las flores de calabaza en tempura rellenas de ricotta. Los risottos son los mejores de la ciudad, y combinan perfectamente con cualquiera de las tantas ofertas de vino que tiene Rosetta.
Entre sus postres, hay uno que es un verdadero manjar: el crumble de ruibarbo con helado de jengibre. “Es para morirse”, aseguró la crítica gastronómica de Time Out.
