Tianguistas: así es el día a día de estos trabajadores en Iztapalapa
Aunque no lo creas, un tianguista trabaja desde horas de la madrugada y su día a día está lleno de tantas cosas, incluida la diversión.25 de octubre, 2024 | 08:04 p.m.La youtuber Eva Beristain se aventó al tianguis de ‘Don Mele’, ubicado en Iztapalapa, CDMX, donde conversó con varios trabajadores que tienen un puesto y le revelaron cómo es su día a día. Te contamos esto, además de los orígenes de el tianguis.
Estos son los orígenes del tianguis en México
Los tianguis, esos puestos callejeros que se instalan en masa ciertos días de la semana y ofrecen una variedad de productos, tienen sus orígenes en la época precolombina, donde eran conocidos como tianquiz(tli), que significa “mercado” en náhuatl.
En sus inicios, se caracterizaba por la dinámica del trueque, es decir, el intercambio de productos como semillas, frutas, verduras o animales, aunque también se usaban “monedas” de gran valor, como granos de cacao o herramientas de cobre, según el Gobierno de México.
Con el paso de los años y con la llegada de los españoles, se fueron modernizando hasta incluir productos más sofisticados, como los conocemos ahora. No obstante, el INAH detalló que en el país aún se conservan tianguis de origen prehispánico, y son los siguientes:
- Mercado de Cuetzalan en Puebla
- Tianguistengo y Otumba en el Estado de México
- Tenejapa y San Juan Chamula en Chiapas)
- Chilapa en Guerrero
- Zacualpan de Amilpas en Morelos
- Ixmiquilpan en Hidalgo
¿Cómo es el trabajo de los tianguistas de “Don Mele”?
Como cualquier tianguis, el de “Don Mele”, que lleva más de 35 años y se pone los viernes, cuenta con puestos que van desde verduras, carnes, ropa, artículos del hogar, comida y más.
También tiene muchos trabajadores de diferentes edades. Sin embargo, algo que comparten es que muchos de ellos trabajan con sus familias, creando un ambiente muy amigable.
Varios de ellos se levantan casi a las 4 de la mañana para cargar su material, ir a la central de abasto o alcanzar su lugar, y aproximadamente a las 9 de la mañana ya están listos para vender.
Algo que destaca en los tianguis son los gritos de “¡llévele, llévele, señito!“, acompañados de chiflidos y albures, lo que crea un ambiente de diversión entre ellos.
“Todo el mundo es bien cotorro. Vas con los de la fruta y ya te alburearon 500 veces, y al final solo dices: ‘¡Ah caray!’, porque solo te diste cuenta de diez”.
Así lo expresó Eva Beristain
Además, muchos tienen ‘chalanes’ que los apoyan para poner y quitar el puesto, ir por cosas que les hagan falta o atender a las personas. Estos ayudantes ganan entre 200 y 250 pesos y también se les incluye la comida del día.
Primitivo Arce, quien vende antojitos mexicanos de maíz azul que él mismo cosecha y prepara, destaca que los puestos de comida son los más demandados, al grado de acabar más rápido que los demás.
También mencionó que el trabajo de tianguista es una gran opción para quienes no encuentran empleos bien remunerados o prefieren no tener un jefe al que rendir cuentas.
Si eres de los que les gusta ir a ‘pensar cositas’ en el tianguis, ahora ya sabes sus orígenes y cómo es el ambiente de el de “Don Mele”, que seguro, comparten todos.