“¡Niño, espérate un rato después de comer para poderte meter a nadar a la alberca!”, ya es un clásico que nos decía nuestra abuelita cuando éramos peques y ya nos urgía echarnos un chapuzón.
Decía mi abuelita que esto podría causarte calambres y ponerte en peligro en el agua. Pero, ¿es esto cierto o solo una creencia popular?
¿Por qué dicen que no puedo nadar con la panza llena?
La advertencia de que es peligroso comer y luego nadar se ha transmitido de generación en generación, especialmente entre los padres que cuidan de sus hijos en la playa o en la alberca.
Según esta creencia, el proceso digestivo después de una comida desviarían la sangre del sistema muscular hacia el estómago, lo que provocaría calambres o incluso ahogamiento.
Este mito tiene raíces en las creencias de principios del siglo XX, cuando se pensaba que el esfuerzo físico después de comer podía causar problemas de salud graves. Aunque la ciencia médica ha avanzado mucho desde entonces, muchas personas aún creen que es peligroso comer antes de nadar.
¿Entonces, puedes nadar después de comer?
Cuando consumes una comida, tu cuerpo necesita energía para llevar a cabo el proceso digestivo. Parte de esa energía proviene del flujo sanguíneo que se dirige hacia el estómago y los intestinos para ayudar a digerir los alimentos.
Sin embargo, esta demanda de sangre no es tan significativa como para impedir que tus músculos reciban oxígeno y energía suficientes si decides nadar después de comer.
Esto significa que no deberías experimentar una disminución notable en tu capacidad física para nadar, especialmente si tu comida fue ligera o moderada.
Un aspecto que contribuye a este mito es el temor a sufrir calambres mientras se está en el agua. Los calambres pueden ocurrir en cualquier momento, ya sea que hayas comido o no. Estos espasmos musculares repentinos son comunes en nadadores que no han estirado adecuadamente, están deshidratados o han ejercido un esfuerzo excesivo.
Sin embargo, el comer antes de nadar no está relacionado directamente con la aparición de calambres. Los calambres musculares están más vinculados con la fatiga muscular, la deshidratación o incluso el frío del agua, pero no con el hecho de haber comido.
¿Cuánto tiempo después de comer puedo meterme a la alberca?
Aunque no hay evidencia científica sólida que respalde la necesidad de esperar una cantidad específica de tiempo después de comer antes de nadar, es recomendable que uses el sentido común.
Si has comido una comida pesada, es posible que te sientas incómodo al nadar inmediatamente. Esto se debe a que una gran cantidad de alimentos en el estómago puede causar hinchazón o malestar.
Por lo tanto, si has comido abundantemente, podrías esperar entre 30 minutos y una hora antes de ir a nadar para permitir que el proceso digestivo inicial progrese. Por otro lado, si has comido algo ligero, como una fruta o un bocadillo pequeño, no hay razón para no nadar inmediatamente después.
¿Qué dicen los expertos?
De acuerdo con la Clínica Mayo, no hay pruebas científicas que respalden la idea de que es peligroso nadar después de comer. Sin embargo, sugieren que si te sientes incómodo, hinchado o demasiado lleno, es mejor esperar a que pase un poco de tiempo antes de realizar una actividad física intensa.
En resumen, si bien no hay un peligro real en nadar después de comer, es importante escuchar a tu cuerpo. Si te sientes lleno o incómodo, puede ser prudente esperar un poco antes de lanzarte al agua.
