Conoce la historia del ‘Hachiko’ mexicano en Querétaro

Sin duda, estos seres no dejan de sorprendernos, por lo que te presentamos una anécdota de un perrito que esperó a su dueño en una parada de autobuses de Querétaro hasta su final, y hoy en día hay una estatua en su memoria exactamente donde se sentaba.

Pimpon: el perro fiel de la ciudad que hoy tiene una estatua en su memoria

Muchas personas hemos sido cautivadas por la grandeza emocional que un perro puede proporcionar a nuestras vidas. Isidro Fabela, en su texto ‘Antología del Pensamiento Universal’, explica que “La fidelidad de un perro tiene la fuerza de pureza y la verdad” y que “la tragedia más grande para un can es que lo arranquen del lado de su señor”.

Cuenta la historia que un joven queretano que transitaba por la calle, se encontró con un cachorro que decidió adoptar y nombrar ‘Pimpon’. Este chico trabajaba cada día y para llegar a su destino, tomaba un autobús cerca del Centro Histórico por lo que su fiel amigo siempre lo dejaba y lo recogía a la misma hora, y así fue durante 8 años.

Un día, lamentablemente, un camión de la ruta 7 atropelló al joven y le quitó la vida, algo que Pimpon no pudo presenciar y jamás pudo saber exactamente lo que le pasó a su dueño, sin embargo, durante 5 años siguió yendo al mismo sitio hasta mostrando su amor y lealtad hasta que a sus 13 años de edad, murió por causas naturales esperando a su humano.

En su memoria, decidieron hacerle una estatua ubicada a un costado de la Alameda Hidalgo del estado de Querétaro, por lo que los transeúntes no dudan en pasar y acariciar el pequeño monumento.