Truco para preparar un poderoso aceite de romero para tener un cabello largo y sedoso

¿Sueñas con una melena larga, fuerte y brillante? El romero, esa hierba aromática conocida por sus propiedades culinarias, también es un tesoro para la salud capilar. A continuación, te compartimos un truco casero para preparar un poderoso aceite de romero que te ayudará a lograr el cabello que deseas.

¿Cómo preparar el aceite de romero para el cabello?

La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de México nos comparte que en la industria cosmética el romero tiene un sinfín de aplicaciones, pues sus propiedades benefician a la piel, el cabello, la boca, las uñas, músculos y aparato digestivo. Además, señala que los estados mexicanos productores de romero son Estado de México y Baja California.

Asimismo, si quieres preparar tu aceite de romero para el cabello solo necesitarás:

• Ramitas frescas de romero
• Aceite de oliva virgen extra
• Un frasco de vidrio con tapa hermética

Lo primero que deberás hacer es lavar y secar bien las ramas de romero. Asegúrate de eliminar cualquier resto de tierra o suciedad.

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Después, llena el frasco de vidrio con las ramas de romero. Puedes compactarlas un poco para que ocupen menos espacio.

Cubre las ramas de romero con aceite de oliva virgen extra. Asegúrate de que todas las ramas queden completamente sumergidas en el aceite.

Cierra bien el frasco de vidrio y déjalo macerar en un lugar fresco y oscuro durante dos semanas. Agita el frasco de vez en cuando para que el romero libere sus propiedades en el aceite.

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Pasadas dos semanas, filtra el aceite de romero. Utiliza un colador fino o una gasa para separar las ramas de romero del aceite.

Almacena el aceite de romero en un frasco de vidrio oscuro con tapa hermética. Guárdalo en un lugar fresco y oscuro para que conserve sus propiedades.

¿Cómo aplicar el aceite de romero en mi cabello?

Aplica unas gotas de aceite de romero en el cuero cabelludo y masajea suavemente con las yemas de los dedos durante unos minutos. Deja actuar el aceite durante al menos 30 minutos antes de lavar el cabello. Esto puedes realizarlo dos o tres veces por semana.

Recuerda que, si tienes alguna condición capilar específica, consulta con un dermatólogo o tricólogo para obtener un tratamiento personalizado.