La gastronomía en el mundo es un tema muy amplio, pues entre países y culturas logran una variedad muy amplia de sazones y sabores. En este caso te hablaremos de una en particular: la tempura, que se distingue por su peculiar forma de cocinarla, y no sólo eso, pues también el grado de dificultad que tiene para que quede exquisita.
La definición de la palabra tempura
Según el Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española (RAE), “tempura” se define como:
“Comida de origen japonés preparada con verduras o pescados fritos, previamente rebozados en harina”.
También se usa la expresión “en tempura” como locución adjetiva para describir a un alimento que ha sido rebozado al modo de la tempura.
Miss Sushi define en su sitio web que la tempura es:
“Un rebozado muy fino y crujiente”.
Además, menciona que es una masa preparada con harina, huevo y agua helada. Aunque a algunas personas les gusta mezclar harina de trigo o de arroz o maíz.
Aceite vegetal para freír (preferiblemente aceite de canola o de girasol)
¿Cómo se prepara la tempura en casa?
Lava y corta las verduras en tiras finas o en rodajas. Si usas mariscos, asegúrate de que estén limpios y secos.
En un tazón, bate ligeramente el huevo. Añade el agua muy fría al huevo batido y mezcla suavemente. Agrega la harina a la mezcla de huevo y agua, y mezcla con palillos o un tenedor. No mezcles demasiado; es normal que queden algunos grumos. La clave para una buena tempura es mantener la masa ligera y no trabajarla en exceso.
Calienta el aceite en una sartén profunda o una freidora a 170-180°C. Para comprobar la temperatura, puedes poner una gota de la masa en el aceite; debe hundirse y luego flotar rápidamente sin quemarse.
Sumerge los ingredientes en la masa, asegurándote de que estén bien cubiertos. Coloca cuidadosamente los ingredientes cubiertos en la masa en el aceite caliente. No pongas demasiados a la vez para evitar que la temperatura del aceite baje.
Fríe hasta que estén dorados y crujientes, unos 2-3 minutos dependiendo del grosor del ingrediente.
Retira los ingredientes fritos con una espumadera y colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
¡Y listo! Ya tienes el paso a paso de esta receta, para que puedas realizarla desde la comodidad de tu casa.
