¿Antojo de tacos de barbacoa? Si tienes estas enfermedades, mejor no los comas

No hay cosa más rica que unos tacos de barbacoa con su caldo un domingo en familia o con amigos, y no necesitas ir hasta Hidalgo, hay lugares muy buenos en la CDMX, peeero lo deliciosa que es puede ser un problema para tu salud.

El sabor único de la carne cocinada lentamente en un hoyo bajo tierra, con su jugo y grasa, es irresistible. Sin embargo, a pesar de ser una opción tentadora, existen algunas razones por las cuales deberías pensarlo dos veces antes de comer barbacoa si padeces ciertas enfermedades.

Barbacoa: deliciosa, pero grasosa

El método de cocción lento permite que la barbacoa, usualmente de res o borrego, absorba sabores intensos además de una textura suave y jugosa.

Este plato se acompaña típicamente con tortillas de maíz, cebolla, cilantro y salsa, lo que lo convierte en una comida completa.

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Pero también puede ser alto en grasas saturadas y sodio, lo que no lo hace ideal para personas con ciertos problemas de salud.

• Enfermedades del corazón

Uno de los mayores riesgos de consumir barbacoa para personas que sufren de enfermedades del corazón es su alto contenido de grasas. La barbacoa, especialmente la que incluye partes como la pancita o el costillar, puede ser rica en grasas saturadas, que elevan el colesterol en sangre. El colesterol alto es uno de los principales factores de riesgo para desarrollar enfermedades cardiovasculares.

El consumo excesivo de grasa saturada aumenta los niveles de colesterol LDL, conocido como “colesterol malo”. Esto puede obstruir las arterias, lo que lleva a problemas como ataques al corazón o accidentes cerebrovasculares.

• Diabetes

La barbacoa, aunque no tiene carbohidratos como tal, suele ir acompañada de tortillas, que sí elevan los niveles de azúcar en sangre. Además, el alto contenido de grasa en este platillo puede dificultar el control de la glucosa en personas con diabetes tipo 2. La digestión de comidas grasas es más lenta, lo que puede generar picos de glucosa mucho después de haber comido.

Las personas que padecen diabetes deben tener especial cuidado con los alimentos ricos en grasas saturadas, ya que no solo afectan los niveles de azúcar, sino también el peso corporal y la resistencia a la insulina.

• Hipertensión

Uno de los ingredientes que puede hacer de la barbacoa un platillo riesgoso para quienes tienen hipertensión es el sodio. Las personas con presión arterial alta deben controlar estrictamente su ingesta de sodio, ya que este mineral puede aumentar aún más la presión arterial.

El consumo excesivo de sodio retiene agua en el cuerpo, lo que aumenta el volumen de sangre y, por ende, la presión arterial.

• Problemas gastrointestinales

Las personas que padecen enfermedades gastrointestinales, como síndrome de intestino irritable (SII), gastritis o reflujo gastroesofágico, pueden encontrar que la barbacoa agrava sus síntomas. El alto contenido graso de este platillo puede desencadenar malestares como acidez estomacal, hinchazón o indigestión.

El proceso de digestión de las grasas es más lento, entonces la comida grasosa permanece más tiempo en tu panza, lo que hace que aumente la producción de ácido gástrico, causando reflujo o agravando la gastritis. Además, las salsas picantes y los condimentos que suelen acompañar a la barbacoa pueden irritar aún más el revestimiento del estómago.

• Gota

La gota es una enfermedad que afecta las articulaciones y es causada por un exceso de ácido úrico en el cuerpo. La carne roja, como la utilizada en la barbacoa, es rica en purinas, compuestos que el cuerpo descompone en ácido úrico. Si tienes gota o estás en riesgo de desarrollarla, consumir barbacoa puede aumentar la concentración de ácido úrico y desencadenar un ataque doloroso.

Alternativas más saludables a la barbacoa

Si bien la barbacoa tradicional puede no ser adecuada para quienes padecen ciertas enfermedades, esto no significa que debas renunciar a disfrutar de este sabor para siempre. Existen alternativas más saludables que puedes considerar:

• Elije cortes magros de carne, como el lomo de res o de cerdo.
• Cocina la carne al vapor o al horno en lugar de en su propia grasa.
• Utiliza tortillas de maíz integrales y limita la cantidad a una o dos.
• Acompaña tus tacos con verduras frescas y ensaladas para equilibrar la comida.

Si padeces enfermedades como hipertensión, diabetes, problemas del corazón, gota o afecciones gastrointestinales, deberías considerar reducir o eliminar la barbacoa de tu dieta.