¿Por qué no debes dejar la esponja para lavar trastes remojando?

Las esponjas para lavar trastes son herramientas esenciales en cualquier cocina, pero también pueden convertirse en una hogar perfecto para las bacterias y otros microorganismos si no se cuidan adecuadamente. Dejar la esponja remojando en agua puede parecer inofensivo, pero en realidad, puede tener consecuencias negativas para tu salud. A continuación, te explicamos por qué no debes dejar la esponja para lavar trastes remojando.

Las razones para no dejar remojando la esponja para lavar trastes

Las esponjas están diseñadas para absorber agua y jabón, lo que las hace perfectas para limpiar platos y utensilios. Sin embargo, esta misma capacidad de absorción las convierte en un ambiente ideal para el crecimiento de bacterias. De acuerdo con la usuaria de TikTok @monoalimentos realizar esta práctica no es para nada recomendable, ya que los microorganismos se multiplicarán, incluso si esa agua tiene jabón. Lo mejor es dejarla en un lado donde no haya humedad, pero nunca debes dejarla remojando.

¿Cómo desinfectar una esponja?

Para evitar los riesgos asociados con dejar la esponja remojando, puedes desinfectarla. Existen algunos métodos efectivos que te ayudarán a mantener tu esponja para lavar trastes limpia y segura. El sitio web de Nestlé nos comparte que se puede desinfectar la esponja sumergiéndola en agua hirviendo durante 5 minutos. Por otra parte, Scotch-Brite menciona que puedes usar una mezcla de agua y cloro para eliminar las bacterias.

Se recomienda desinfectar tu esponja por lo menos una vez a la semana. También procura reemplazarlas cada 1 o 2 semanas, pero esto dependerá más bien del uso que le des. Si notas que ya está muy desgastada, ya es momento de suplirla. Recuerda que una esponja limpia evitará un sinfín de bacterias, además, no dejará mal olor a tus trastes después del lavado, señala Nestlé.

Dejar la esponja para lavar trastes remojando puede parecer una práctica inofensiva, pero en realidad, puede tener serias consecuencias para tu salud. Las esponjas húmedas son un lugar ideal para la proliferación de bacterias y otros microorganismos que pueden causar enfermedades y malos olores. Para mantener tu esponja limpia y segura, asegúrate de escurrirla bien, desinfectarla regularmente y cambiarla con frecuencia.