Herminia Pasantes, investigadora de la UNAM, detalla que el amor se trata de un fenómeno meramente cognitivo que involucra algunos órganos pero el corazón definitivamente no tiene un papel tan fundamental más que ser una imagen simbólica.
Existen diversos tipos de amor que se manifiestan en las relaciones humanas. La universidad destaca el romántico, caracterizado por la pasión y la intimidad. Es común en las relaciones de pareja y se nutre de la atracción física y emocional.
Otro tipo es el amor filial, que se refiere al vínculo profundo entre padres e hijos. Este es esencial para el desarrollo emocional y social de los niños, proporcionando un ambiente seguro y afectivo.
El amor platónico es otro tipo reconocido, basado en una conexión emocional profunda sin implicaciones sexuales. Este amor puede encontrarse en amistades muy cercanas donde el respeto y el cariño son fundamentales.
Finalmente, el amor ágape representa un amor incondicional y desinteresado. Es el tipo de amor que se muestra hacia la humanidad en general, buscando el bienestar del otro sin esperar nada a cambio.
¿Qué genera amar a alguien? Esto dice la UNAM
Amar a alguien tiene múltiples beneficios que afectan tanto al cerebro como al cuerpo. Este sentimiento libera una serie de mensajeros químicos que generan diversas sensaciones placenteras.
Entre los beneficios más destacados se encuentran:
Reducción del estrés: Al amar y ser amado, se disminuyen los niveles de cortisol, lo que ayuda a reducir el estrés.
Aumento de la felicidad: La liberación de dopamina y oxitocina produce una sensación de bienestar y felicidad.
Mejora del sistema inmunológico: La producción de endorfinas y melatonina fortalece el sistema inmunológico, haciéndonos menos propensos a enfermedades.
Además, el amor promueve la longevidad y mejora la salud cardiovascular, es decir, las relaciones amorosas estables tienden a tener una presión arterial más baja y un ritmo cardíaco más saludable.
En el ámbito emocional, el amor aumenta la autoestima y la sensación de seguridad, lo que contribuye a una mejor salud mental.
Amar también puede fortalecer el sistema inmunológico. Las relaciones afectivas generan una mayor producción de anticuerpos, lo que ayuda al cuerpo a combatir infecciones.
Además, el amor mejora la calidad del sueño. Las personas en relaciones amorosas estables tienden a dormir mejor, lo que resulta en una mejor salud general.
También puede reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Esto no solo disminuye la ansiedad, sino que también protege el corazón.
Entre los beneficios adicionales se encuentran:
Mejora en la memoria: Una relación amorosa saludable puede mejorar la función cognitiva.
Incremento de la empatía: Amar a alguien nos hace más comprensivos y atentos a las necesidades de los demás.
El amor no solo nos hace sentir bien emocionalmente, sino que también tiene impactos positivos tangibles en nuestra salud física y mental.
