Es un ingrediente tradicional de la cocina mexicanaque no solo aporta un sabor delicado y una textura única a una variedad de platillos, sino que también es una fuente de beneficios nutricionales que a continuación, te detallamos junto con otros detalles.
Características de la flor de calabaza
La flor es de color naranja brillante y no tiene aroma. Según la revista Arqueología Mexicana, se consume principalmente en el centro de México. Es habitual encontrarla en cualquier época del año; sin embargo, su abundancia es de junio a octubre.
Además, “tiene forma de trompeta y posee flores masculinas y femeninas; las femeninas (...) producen las calabazas y las masculinas son las que se cortan para su consumo”, según el Diccionario Gastronómico de Larousse.
Junto con la calabaza, el maíz y el frijol, esta planta comestible formó parte de la dieta básica en Mesoamérica. Se ha cultivado en milpas desde hace más de diez mil años. Es una gran fuente de calcio, fósforo y potasio. Se recomienda consumirla durante el embarazo por ser un complemento del ácido fólico, según el portal de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural en México.
Otro portal, como el del Poder del Consumidor, afirma que la flor de calabaza es rica en vitamina A y flavonoides, compuestos que sirven como antioxidantes. También ayuda a la oxidación del colesterol y disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
La flor es muy versátil en la cocina mexicana; se puede preparar en quesadillas, sopas o ensaladas, y suele acompañarse con otras hierbas como el epazote para acentuar su sabor. Uno de los platillos que utiliza este ingrediente es el ‘Guiso de flor de calabaza’. Según Taste Atlas, se prepara con calabaza picada, cebollas, ajo, tomates, epazote, jalapeños y un poco de aceite. Este platillo es típico de las regiones del centro de México.
Al incluir la flor de calabaza en tu alimentación, no solo disfrutas de un ingrediente delicioso, sino que también apoyas una dieta nutritiva. ¡Anímate a probarla!
