¿Por qué los dedos se arrugan con el agua?
Los dedos arrugados son el principal indicador de que ya pasaste mucho tiempo en una alberca o en constante contacto con el agua.05 de agosto, 2024 | 11:00 a.m.Cuando pasas mucho tiempo en una alberca, en la ducha o hasta lavando la ropa, es común que tus dedos suelan arrugarse después de un tiempo prolongado en contacto con el agua, pero esto no es una coincidencia, sino que tiene un especial motivo y aquí te lo vamos a contar.
La increíble razón por la que se arrugan los dedos después de un largo día de piscina
Cuando tus dedos se arrugan después de estar en el agua durante un tiempo, no es simplemente porque ‘la piel se deshincha’.
Este fenómeno es mucho más interesante, de acuerdo a Nemours Kidshealth y tiene una función específica: mejorar tu agarre en ambientes húmedos, es decir, es una respuesta controlada por el sistema nervioso o mejor dicho, es un proceso de adaptación del cuerpo ante los climas mojados.
Los dedos arrugados ¿útiles para nuestros ancestros?
Como te lo mencionamos arriba, esta es una respuesta de una adaptación evolutiva que busca mejorar nuestra capacidad de manipular objetos mojados, proporcionando un agarre correcto que hasta permitía a los antiguos habitantes moverse por terrenos húmedos, manipular herramientas y más.
De hecho, Mayo Clinic mencionó que este fenómeno corporal podría haber tenido ventajas evolutivas significativas, sobre todo ayudando a los humanos a realizar tareas en ambientes acuáticos de manera más efectiva, lo que habría incrementado las posibilidades de supervivencia en condiciones adversas.
Si nunca has puesto atención, cuando te metas al mar y después salgas para beber una rica limonada, fíjate cómo agarras el vaso con mejor precisión y si no lo crees, científicos de la Universidad de Newcastle mostraron que la condición de ‘dedos de pasa’ permiten sujetar objetos mojados con mayor facilidad y eficiencia.
Para que quede más claro, las arrugas en los dedos (ya sea pies o manos) funcionan de manera similar a los surcos en los neumáticos de un coche, ayudando a funcionar en superficies húmedas.
Así que la próxima vez que veas tus dedos arrugados después de un baño, recuerda que es una adaptación ingeniosa de tu cuerpo para ayudarte a manejar objetos en ambientes húmedos.