Consejos para manipular correctamente la carne de pollo en la cocina

El pollo crudo no es del todo seguro, pues está lleno de bacterias que podrían contaminar otros utensilios de cocina y otros alimentos que posteriormente podrían enfermar a tu familia, por esta razón es tan importante manipular la carne con precisión y especial precaución, para que puedas seguir disfrutando de un platillo delicioso sin preocupaciones.

¿Cómo se maneja el pollo en la cocina para evitar propagación de bacterias?

Manipular carne de pollo en la cocina puede parecer una tarea sencilla, pero hacerlo correctamente es esencial para mantener a tu familia segura y saludable. Aquí tienes algunos consejos prácticos, explicados de manera amigable, para que puedas disfrutar de deliciosas comidas de pollo sin preocupaciones.

Cuando llegues a casa, después de comprar pollo, pon la carne en el refrigerador inmediatamente. Asegúrate de que esté a una temperatura de 4°C (40°F) o menos.

Si no planeas usar el pollo en los próximos días, congélalo. Envuelve bien el pollo en papel de aluminio o ponlo en una bolsa de congelación para mantenerlo fresco.

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¿Sabías que descongelar el pollo a temperatura ambiente no es seguro? En su lugar, déjalo en el refrigerador. Si necesitas descongelarlo rápidamente, puedes usar el microondas o sumergirlo en agua fría, cambiando el agua cada 30 minutos.

Antes de empezar a preparar tu delicioso platillo de pollo, asegúrate de limpiar y desinfectar las superficies de trabajo, tablas de cortar y utensilios. Usa una tabla de cortar específica para carne cruda para evitar contaminaciones.

Lava tus manos con agua y jabón antes y después de tocar carne cruda. Esto es clave para evitar la propagación de bacterias.

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No dejes que el pollo crudo entre en contacto con otros alimentos, especialmente los que no se cocinarán. Usa platos y utensilios diferentes para el pollo crudo y el cocido.

Asegúrate de tener cuchillos y tenedores distintos para manipular el pollo crudo y otros alimentos. No queremos que las bacterias se paseen por tu cocina.

Después de cocinar, lava y desinfecta todas las superficies, tablas de cortar y utensilios que hayan estado en contacto con el pollo crudo. Y, una vez más, lávate las manos después de limpiar.

Siguiendo estos sencillos pasos, puedes asegurarte de que cada vez que prepares pollo, no solo será delicioso, sino también seguro para todos los que lo disfruten.