La respuesta es un rotundo no. Bañarse durante una tormenta eléctrica representa un riesgo significativo para tu seguridad, ya que los rayos pueden conducir su electricidad a través de las tuberías y el agua, aumentando considerablemente las probabilidades de sufrir una descarga eléctrica.
Aunque se han reportado muy pocos casos, lo ideal es prevenir para no sufrir alguna descarga. De hecho, tampoco se recomienda lavar trastes realizar actividades que estén asociadas con la energía.
Los rayos son descargas eléctricas de gran potencia que buscan el camino más corto hacia la tierra. Las tuberías de metal, al estar conectadas a la tierra a través de la red de suministro de agua, se convierten en un conductor ideal para la corriente eléctrica.
Al ducharte, el agua crea un camino directo entre tu cuerpo y las tuberías, lo que te convierte en un blanco potencial para un rayo. Incluso si el rayo no cae directamente sobre tu casa, la electricidad puede viajar a través de las líneas eléctricas y entrar en tu hogar por las tuberías.