El tramadol es un opioide, una clase de medicamentos que incluye drogas fuertes como la morfina y el fentanilo. Se utiliza principalmente para tratar el dolor agudo o crónico.
De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina (NIH) de los Estados Unidos, el tramadol puede causar dependencia y adicción si se usa incorrectamente o durante un período prolongado.
Los expertos advierten que el tramadol puede ser adictivo, especialmente si se toma en dosis más altas o durante más tiempo del recomendado por un médico. Además, este medicamento aumenta el riesgo de dependencia y síndrome de abstinencia.
Su uso abusivo está generando serios problemas de salud pública en países como Irlanda del Norte, Egipto o Camerún. Sus efectos estimulantes y euforizantes predisponen al abuso.
Los síntomas de la adicción al tramadol pueden variar, pero a menudo incluyen ansiedad, insomnio, dolor, sudoración, temblores y diarrea. Si se deja sin tratar, la adicción al tramadol puede llevar a problemas de salud graves e incluso potencialmente mortales.
Es importante recordar que ese analgésico, como cualquier medicamento, debe usarse solo según las indicaciones de un profesional de la salud.
El tramadol es un medicamento eficaz para el dolor, pero es importante usarlo con precaución y ser consciente de los riesgos asociados con su uso. Si te preocupa que tú o alguien que conoces pueda ser adicto al tramadol, busca ayuda profesional.