Alcoholímetro: ¿Por qué puedes dar positivo sin haber tomado alcohol?
Esto puede ser confuso y preocupante para muchos conductores, pero aquí te contamos las razones por lo que pudo pasar.07 de junio, 2024 | 06:00 a.m.Clásico que vas a la fiesta o reunión familiar, perdiste el volado y te tocó ser el conductor designado... ¡lástima! no podrás disfrutar de esa cerveza bien fría, bien ‘muerta’. Te vas a casa y ¡Chan, chan, chan! te agarra el alcoholímetro, pero tu estás tranquilo porque no bebiste y de pronto ¡zas! sale positivo a consumo de alcohol.
Tú pides que lo vuelvan a hacer, pero ya no se puede, todo está perdido... irás al ‘Torito’ y tu carro al corralón, después de todo ahí están las pruebas. ¿Pero qué pasó? Pasa que hay unas enfermedades bien raras como que seas alérgico al alcohol, o ésta otra que te vamos a platicar.
¿Por qué podemos ‘reprobar’ en el alcoholímetro sin haber bebido?
Resulta que un hombre de 40 años en Bélgica fue multado por conducir bajo los efectos del alcohol, tres años después… lo mismo. Él negó todo, aunque las pruebas daban positivo, con un nivel de alcohol en sangre de como si hubiera tomado entre 8 y 14 copas.
Pero, él estaba seguro de no haber probado el alcohol, y no se rindió hasta conseguir que tres médicos independientes demostraran al juez que padecía un síndrome muy raro: el síndrome de la autocervecería (Auto-Brewery Syndrome, ABS, en inglés). Según los especialistas, su cuerpo es capaz de producir alcohol de forma masiva al fermentar los azúcares que ingiere en la comida.
Síndrome de la autocervecería
Te va a sorprender saber que como parte de la digestión normal, solemos producir de manera habitual etanol endógeno. De hecho, en una persona sana siempre hay una pequeñísima cantidad de alcohol producida por la fermentación de las bacterias y levaduras de la microbiota intestinal.
Sin embargo, cuando proliferan determinadas levaduras o bacterias en el intestino pueden producirse niveles extremos de alcohol en sangre. Es lo que se denomina síndrome de fermentación intestinal o síndrome de la autocervecería.
Los pacientes con este síndrome presentan signos y síntomas de intoxicación por alcohol, a menudo relacionados con una dieta rica en azúcares y carbohidratos y el uso de antibióticos que pueden alterar el ecosistema intestinal.
Es más frecuente en pacientes con otras enfermedades como diabetes, obesidad, enfermedad de Crohn, síndrome del intestino corto, obstrucción intestinal o sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado. Pero también puede ocurrir en personas completamente sanas.
Muy raramente se diagnostica, y probablemente esté infradiagnosticado. Se han identificado casos aún más raros relacionados con la actividad microbiana en la cavidad bucal y en la vejiga urinaria.
El síndrome de autocervecería se ha relacionado con la proliferación de varias cepas de levaduras de las familias Candida y Saccharomyces, S. cerevisiae, S. boulardii, C. glabrata, C. albicans, C. kefyr y C. parapsilosis. También se ha relacionado con cepas de las bacterias Klebsiella pneumonia, Enterococcus faecium, E. faecalis y Citrobacter freundii.
Una alteración de la microbiota intestinal (disbiosis) puede permitir que estas cepas fermentadoras colonicen en exceso. Una dieta rica en carbohidratos y alimentos refinados favorece la fermentación y la producción interna de alcohol, que es absorbido en el intestino delgado, luego pasa a la sangre y finalmente produce los efectos de una intoxicación sin consumo de alcohol.
La producción de etanol endógeno también se ha relacionado con un polimorfismo genético particular que resulta en una actividad reducida de las enzimas involucradas en el metabolismo hepático del etanol.
¿Cuál es el tratamiento para esta enfermedad?
El tratamiento suele consistir en una combinación de varias medidas. Por una parte, se puede prescribir un ciclo o más de antibióticos o antifúngicos. Habitualmente se recomienda modificar la dieta con un alto contenido de proteínas y un bajo contenido de carbohidratos, hasta que los síntomas desaparezcan.
El azúcar se fermenta y se convierte en alcohol, y una dieta que elimine los azúcares disminuirá el alcohol fermentado en el tracto gastrointestinal.
Además, se pueden recomendar suplementos con determinados probióticos que ayuden a equilibrar la microbiota intestinal, aunque para esto todavía no hay un protocolo concreto y consensuado.
La posibilidad del síndrome de autocervecería debe valorarse en cualquier paciente que presente un nivel elevado de alcohol en sangre y niegue insistentemente la ingestión de alcohol. Pero ojo, porque antes hay que descartar posibles trastornos psiquiátricos y el consumo encubierto de alcohol.
Y por otra parte... ¿Cuántas cervezas me puedo tomar para pasar el alcoholímetro?
La Ley General de Movilidad y Seguridad Vial, publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF), establece que las personas deben conducir con un grado de alcoholemia menor a 0.25 mg/L en aire ó 0.05 g/dL a través de prueba sanguínea para no ser sancionado por las autoridades.
Los Centros de Integración Juvenil (CIJ), dependencia perteneciente al Gobierno de México, cuentan con un sitio para calcular el grado de alcoholemia en prueba de aire expirado, a partir del peso de la persona y la cantidad de cervezas que ha bebido. Por ejemplo, una persona de 80 kilos debe beber tan sólo un tarro de cerveza (355 mililitros) para pasar el alcoholímetro.
De acuerdo con esta página, los valores son aproximados y pueden variar a diferentes factores como: estatura y peso, si la persona bebe en ayunas o con el estómago vacío, así como el tiempo que se deja de beber, ya que se permite al organismo digerir el alcohol.
Así que ya sabes, si el alcoholímetro quieres pasar, no más de esta cantidad de cerveza debes tomar. Y si no tomaste nada y aún así no lo pasas, podrías tener este raro síndrome.