¡No te truenes los dedos! Así afectas a tus huesos y te decimos cómo evitarlo
Tronarse los dedos es una práctica común, pero es esencial comprender sus posibles consecuencias y tomar medidas para evitar hacerlo.22 de febrero, 2024 | 01:00 p.m.El acto de tronarse los dedos es una costumbre arraigada en muchas personas, a menudo acompañada de sensaciones de alivio o gratificación. Sin embargo, la pregunta persiste: ¿Qué impacto real tiene en nuestros huesos y articulaciones? te lo detallamos aquí.
¿Qué sucede cuando tronamos los dedos?
El sonido que escuchamos al tronarnos los dedos es resultado de la liberación de gas en el líquido sinovial que rodea nuestras articulaciones. Cuando se estira o manipula una articulación, se forma una burbuja de gas en el líquido sinovial. Al romperse esa burbuja, se produce el característico sonido de crujido, lo que es contrario a la creencia popular, esta costumbre no provoca artritis, como se piensa comúnmente.
Estas son las posibles consecuencias del tronarse los dedos
1. Hinchazón y dolor: Tronarse los dedos con frecuencia puede causar hinchazón y dolor en las articulaciones, especialmente si se realiza de manera brusca. La tensión repetitiva en las articulaciones puede llevar a la irritación y afecciones dolorosas.
2. Lesiones en los ligamentos: El crujido constante puede aumentar el riesgo de lesiones en los ligamentos que rodean las articulaciones. La manipulación excesiva podría debilitar estos tejidos, predisponiendo a lesiones.
3. Desarrollo de nudillos prominentes: Al tronarse los dedos repetidamente, algunos individuos pueden notar un aumento en el tamaño de los nudillos, lo que podría estar relacionado con la irritación crónica de las articulaciones.
Realizar ejercicios de estiramiento suaves para las manos y los dedos puede ayudar a aliviar la tensión acumulada en las articulaciones, reduciendo así la necesidad de tronar los dedos.
Otra alternativa es manteniendo las manos ocupadas con actividades como apretar una pelota antiestrés o jugar con un objeto pequeño puede ayudar a distraer la mente y reducir el impulso de tronarse los dedos.
La conciencia de este hábito, combinada con la adopción de alternativas más saludables y la práctica de ejercicios de estiramiento, puede ayudar a mantener la salud de las articulaciones y reducir el riesgo de molestias asociadas con el crujido constante.